
LA CARNE ES VIOLACION
Tu carne es su violacion, tu carne es su vida, tu carne es su vientre.
Mucho antes las casacadas de sangre de los mataderos, mucho antes el agujero negro del espacio tiempo donde se produce el horror banalmente, Érase una vez las yeguas de la granja de sangre. Porque antes de la industria de las cadenas de ejecución, incluso antes de los campos de parto, están los campos de aborto.
La ejecucion por maratón abortivo y sifón sanguineo. Violadas, vaciadas, abortadas, encerradas, las mártires femeninas de los campos de carnicería serán asesinadas sin sangre para hacer carne, su producción hormonal se exprimirá hasta la última gota de ECG para que el zoolocausto natalista pueda reinar en todo el mundo.
La tortura de caballos tiene la función del estallido global de tortura. El ganado es un permagenocidio global por holocausto fractal. Los asesinatos presiden otros asesinatos, las hembras y los machos equinos son violados para que se avance en la siguiente fertilidad, de modo que las violaciones comiencen en la pubertad precoz: gestacida que hace que el bebé pubescente, el bebé violado, el parto en el parto. La hormona Gonadotropina coriónica humana (hCG) robada inoculada en miles de millones de hembras que crearán en exceso óvulos, trasplantes en los trozos de carne, aumento de la prolificidad, bebés gigantes. Las yeguas culpables de poseer una hormona codiciada por los perpetradores del exterminio perpetuo se rigen por la planificación industrial de los natalicidios con índice de criminalidad.
Las granjas de sangre son la piedra angular del zoolocausto global. La hormona tomada por el exterminio de la yegua se usa para sincronizar el calor de todas las hembras de la cría. Sin orden en fertilidad, el zoocidio no puede convertirse en un zoolocausto. El crimen natalista de la esclavitud reproductiva mundial comienza con la tortura de las yeguas. Antes de los mataderos, los fetos son sacrificados en los cuerpos de yeguas vivas. En el corazón del sistema infernal hay una violación, una violación para producir abortos, -de ahí vienen los nacidos y violados-, una violación para producir bebés recién nacidos, para engordar. Las hembras abortadas o no nacidas son violadas, los machos son violados por violadores profesionales masculinos, inseminadores de sacrificio. Los toreros son imbéciles, criadores de dolor, ladrones de vuelos, criadores de vida y de muerte. CEVA y una mafia multinacional fuera de la ley, una farmacia gigante cuyos veterinarios devoran a sus pacientes después de eugenesia, violación, despojo sanguíneo, bombeo de esperma, abortos de carnicería. Estos vampiros presiden los caníbales, el equicidio en el zoocidio general. Femellicides, fetocidios por miles …
Industria para la muerte peor que una industria de la muerte … La violación reproductiva preside el holocausto natalista mundial. La humanidad se traga la violación en el abismo durante miles de generaciones que han sido violadas en grupo por genotipado.
¿Cuántas veces se han violado los cuerpos de las plantas en la cadena de nacimientos en el sector ganadero? ¿Cuántas violaciones mutilan por castración de caballos test, gallos, lechones? ¿Cuántas penetraciones a través del esófago de alimentación forzada al pato? ¿Cuántas perforaciones en el abdomen del pez? ¿Cuántas intrusiones dobles a través del ano y la vagina de mamíferos hembras? Los cuerpos ensartados para cocinar los cadáveres habrán sufrido asaltos de vibraciones procreativas que afectarán toda su existencia.
La agricultura vadea en mierda, sangre y esperma
Pongámonos ahora entre las víctimas y la pistola del violador, liberemos a las yeguas, abramos las granjas de sangre, liberemos a los prisioneros de las gestaciones y las jaulas, evitemos su desnudez, el agotamiento de los embarazos permanentes, la tortura de las máquinas de ordeño, acuartelamiento de expulsiones de huevos descalcificadores. Si les impedimos violar, no les quedará nadie a quien matar. La violación es violencia. Si para nosotras las mujeres, la violación mata a la mujer en la mujer, ¿cómo salir de su cultura sin la abolición de las legalidades de sus industrias reproductivas? ¿Todavía vamos a dejar las manos violentas de los criadores para negar el valor de lo que significa dar a luz? ¿Finalmente vamos a salir de la mecánica de las pieles? ¿Todavía vamos a dejar que una sola hembra se someta a disparos de pistola en la vagina? ¿Esponjas tomando a sus rehenes sexuales? ¿Catéteres en los ovarios, correas en las yugulares, para enriquecer a los multimillonarios?
Sin nacimiento, no más cría, fin de la carnicería …
Ya no es hora de tragar la violación, ahora debemos escupirla a la cabeza de los delincuentes ganaderos, debemos cortar el ciclo circular de los asesinos de la reproducción. Para terminar con la nueva exclavitud, se deben detener las intervenciones de nacimiento.
¡Entreguemos las yeguas de esperma, encierren los proxenetas de la carne!
Abandonemos los síntomas del zoolocausto y saquemos las raíces del macho, porque solo lo bueno es radical.
Solveig Halloin, 14 de febrero de 2020